sed de sangre

domingo, 28 de marzo de 2010

el mundom de las hadas

  Wicca de las hadas celtas
  Una de las ramas de la tradición Wicca es la Celta-Faery (Wicca de las hadas celtas). En ella, brujas y brujos modernos buscan llenar sus vidas de magia al acercarse a la naturaleza, contactar con los seres elementales y redescubrir el reino de las hadas. Practican la magia natural, hacen celebraciones, rituales durante los cambios estacionales y en los momentos de la cosecha para reverenciar a los dioses, se comunican con los espíritus de la naturaleza para sentir la energía de los ciclos de la tierra en nuestro interior. También realizan rituales para cada uno de los elementos, visitando lugares sagrados como grutas, lagos, manantiales, etcétera, para invitar a los seres elementales y a las hadas a acercarse a nosotros. Festejan a la luna nueva, a la que dan el nombre de Luna Sidhe para contactar con el reino de las hadas. Como el Sidhe es un plano intermedio, buscan momentos y lugares especiales para contactar con los espíritus de la naturaleza, como a la medianoche o en el amanecer, ya que ésas son horas mágicas en que los diferentes planos de conciencia se acercan. Del mismo modo, existen zonas intermedias o mágicas, como los puentes, la entrada a una gruta o la orilla de un río, excelentes para entrar en contacto con el reino de las hadas.
Podemos valernos de algunas herramientas como los cuentos y leyendas, utilizar la imaginación, entrar en trance o meditación, escuchar cierto tipo de música, leer o escribir poesía, pintar y sobre todo disfrutar de la naturaleza misma. Las brujas y los brujos Celta-Faery salen a caminar por los bosques, observan el cielo, contemplan la luna, esuchan a los árboles, disfrutan del aroma de las flores, cuentan las estrellas, se dejan cautivar por el mar y sueñan despiertos mirando las nubes, encontrando la magia en cada detalle a nuestro alrededor. 

¿Quien puede verlas?
En la mayoría de las leyendas se atribuye a los niños la capacidad de ver a estos seres de naturaleza femenina; pero muchos investigadores aseguran que cualquier persona que conserve rasgos de inocencia y tenga una conducta recta podría llegar a encontrarse con ellas. Pero estos encuentros no suceden solamente por voluntad de los hombres, sino también de las propias hadas, por lo que un encuentro resulta difícil, puesto que el hada y el humano deberían tener algún motivo para la comunicación, no tendría sentido un contacto azaroso, asi que no basta sólo con desearlo, ellas también han de estar dispuestas porque aunque puedan estar entre nosotros de forma invisible, no siempre quieren manifestarse corpóreamente a nuestros ojos, de todas formas, existen indicios que las delatan.
¿Donde las podemos encontrar?
Por lo general, las hadas se encuentran en los bosques donde crecen los avellanos, los sauces y los robles. Les encantan las flores que tienen espinas, como las rosas; aunque se dice que es principalmente su perfume lo que las atrae,
asi que donde veáis espinos hay Hadas cerca, donde crezcan avellanos, endrinos, sauces, robles, alisos, abedules, fresnos y encinas, tendréis en su vecindad a las Hadas.
Si vais de viaje a las Islas Británicas y os sentáis a descansar entre las ruinas de algún antiguo castillo por el que siempre trepa la hidra invadiéndolo, lo más probable es que esta hiedra no sea tal sino la Dama Verde de Caerphilly, presta a recobrar su verdadera naturaleza si lo considerase conveniente.Y si camináis por las montañas galesas y descubrís a una bella joven sentada sobre una piedra al borde del camino, sabed que se trata del Hada Gwyllion que está vigilando. En la Isla de Man mora el Hada Leannan, musa de poetas y su protectora aunque a caro precio, ya que si otorga la gloria acorta la vida de sus elegidos. Existen Hadas acuáticas, las Glaistig, que son buenas y amables con los niños, los ancianos, los granjeros y el ganado.También las pequeñas, transparentes y frágiles Asrai que si se capturan o les da el sol, se convierten en agua. Las Selkies, conocidas como Hadas-Foca, a las que si sorprendéis bañándose sin su piel, podéis capturar y convertir en vuestras esposas, pero nunca más volverán a ser alegres, y siempre añoran el mar del que deben permanecer alejadas. Luego está Benshir, un Hada escocesa, doméstica, que protege de los peligros avisando anticipadamente de ellos a las familias que están bajo su tutela.
Cuando se ha logrado un acuerdo para entrar en contacto con ellas, no hay que hacer peticiones de bienes materiales antes de meditarlo muy bien; porque no es función de ellas el dar regalos, sino el que se satisfagan las necesidades del orden de la naturaleza y la virtud humana; si se pide algo que sea la mera satisfacción personal, el regalo o el don pueden ser contraproducentes o simplemente convertirse en hojas secas. Los autores recomiendan que se permita que sean ellas mismas las que adivinen los pensamientos y las necesidades de su interlocutor; porque ello las enorgullece y aumenta su generosidad.




¿Cómo entrar en contacto con las Hadas?
  Si vuestro corazón no abriga maldad ni interés y albergáis deseos limpios, he aquí dos recetas mágicas:
Existe una flor llamada Prímula y si hacéis un ramillete de ellas con un número exacto y luego con él tocáis una roca de las Hadas, se os abrirá la entrada hacia su país.
La segunda tiene que ver con el Serpol y habéis de procurar arrancarlo cerca de una colina que visiten las Hadas, mezclándolo más tarde con algunas hierbas que crezcan junto a un “tronco de Hadas”, con todo ello confeccionáis una infusión, que, bebida, os permitirá ver a esos maravillosos seres.
Tambien dicen que si hacemos una pocima con ventiun petalos de rosa en una olla cobriza las podremos ver.
Cuando estan bailando en los famosos anillos o corros de hadas hay que evitarlas a toda costa, pues si ven que las observamos, nos cogerán y obligaran a bailar con ellas hasta caer agotados y moribundos.
Y por último comentar, que las hadas, sea cual sea su tamaño, aspecto o manera de ser, tienen algún genero de facultades y poderes que pueden dar la suerte o desgracia o voluntad. Se ofenden con mucha facilidad, por lo que las desgracias recaen sobre aquellos que cuando las ven, intentan tomarse demasiadas libertades o amistades con ellas.
Algunas de las hadas son particularmente muy malignas, y resultan más mortales, por su belleza y apariencia dulce, que atrae a los incautos para llevarlos consigo hasta una muerte horrible y prematura. 
Aunque  si es cierto que la aparición de una hada mala puede acarrear perjuicios para la persona que la ve, el ser humano que tiene la gran suerte de ver aparecer una hada buena, caerá en dicha y tendrá muy buena suerte en la vida, pudiéndola tener siempre como aliada, si no la defrauda pues las hadas son muy sensibles y se ofenden fácilmente”.
 

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